Letras,
una vez más se apoderan de mis sentimientos,
son tan solo un puñado de oraciones escritas en un pedazo de papel,
pero no puedo evitar recordar esos momentos que las envuelven,
dichosas melodías que se producen en mi pecho,
abrazos que me dieron, que ofrecí, que se extraviaron en el tiempo.
Rostros que vuelven a mis ojos
a desenterrar secretos amores, ocultas amistades.
Manos tapadas con la luz del arco iris
se despegan de mis divagaciones
en este cuento que voy sufriendo.
Siempre tolero mucho,
exploto rápido y una única vez,
no asumo la felicidad tan constante,
me asustan las emociones fuertes,
lloro con las cartas;
otra vez las letras habladoras me inquietan.
Nada me llega más que un corazón partidopor palabras calmadas,
océanos desiertos
sin azules arenas
destierran desde lo mas hondo
a mi garganta dormida.
Cobijo en mi asombro el deseo de un algo,
pretendo encontrar lo mismo en algunos
y con las letras de nuevo
siento que me voy perdiendo en el aroma
de un caldo fugado,
lleno de signos cultivados dentro del humo
que desprende el calor
de tus besos
bajo mi labio.
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