armario de doble filo

hice una tartaleta exótica;

de frutas
de plátanos fritos
de doble base.
tiene crema y dulce de leche,
el sabor es agridulce,

esta repleta de moras, frambuesas, uvas

.
.

gajos sacados con mis propias manos

del néctar que sabe a parra

.
.
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Al mascar el primer trozo

se siente como el dulce combinado con la masa

enciende al paladar

. . .

ruedan las uvas

y las frutas de colores de invitan a devorarlo todo

.
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se mezclan los sabores y

un gusto amargo te queda al finalizar el trozo
.
.

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me sabe a mis besos,

a los que he ofrecido con mis labios

.
.
.

cuando el aliento se apega

mi cuerpo revolotea

. . .

me toman
. . .

me miran

y

al abrir los ojos entonces

cae ante mí el telón

. . .

me alejo refunfuñando,

descubrí a un hombre,

compartí mi placer de sentir y besar

.

.
.

había cerrado mis párpados y la toqué a ella,

una vez más cala en mí

su boca

y yo dejé una estaca en otro verso.

. . .

su mirada confusa

mi enojo,

el engaño,

la tartaleta y mis labios

. . .

divididos

. . .

mi boca partida

y mi pluma que reside en versos de mujer

se escabulle en brazos

que son sólo una mentira pronunciada.