. . . sábado

estaba soñando sobre tí
escuchando tus latidos punzantes
y me despertó tu beso
que me abrazaba por el costado

la suavidad con la que me tocas,
me tratas amor
esboza una sonrisa
acaramelada encima de mí
otra vez tumbada sobre tu cuerpo,
nuevamente invadiéndote con mis sentidos de niña temerosa,
de mujer jamás bebida,
de amor expuesto
sólo para que tu disfrutes

¿sabías que dejar que huya el día viéndote
me hace sentir como montada en el lomo del caballo más ágil de la galaxia?

me das brisa,
me entregas libertad,
sacas a través de mí felicidad expandida
en ese horizonte de mar que nos queda por vivir,
por amar

te siento ahora,
besándome de nuevo
y la escritura se oxigena,
se renueva
y te instala en mi puñado de letras

Inspiración Divina