Es algo incómodo, la mente no para de bombardearte con distintas ideas, en su mayoría ideas torpes, de poca altura de mira. A veces me acostumbro a subirme a ese carro de los pensamientos, en vez de quedarme sobre el andén esperando a que pasen, a pesar de que puede resultar aún más complejo quedarse como observador. Y cuando me siento en el carrito del sufrimiento me meto allí, en su torrente “maligno”. Las sensaciones van subiendo y cada vez la mente se hace poderosa, se alimenta cada vez que la tomamos en cuenta. Nos separa del ser y nos inserta en el yo, en la gran víctima del todo (por qué a mí?, por qué me hizo esto… bla bla bla, patrañas). Lo verdadero es el amor y ahí hay que echarle ganas, si te acomodaste entonces te quedas y ya está - con todo lo que implica -.
Quedarse y ser “torturada” por la mente es lo más sano que puede ocurrirte, quiero decir que si te quedas viéndola notarás como aparecen una serie de emociones en relación a imágenes que te va mostrando, y en vez de quedarte depositada en alguna en especial y despegarte de donde estas, te decides a verla, a experimentar el dolor que te causa (esto funciona). Sí, te darán ganas de huir, pero dime qué es lo real? Deja la dualidad e instálate en tu ser, desde ese infinito lugar que esta rodeado de goce sabrás que no hay manera de que te suceda algo que no este en perfecta armonía. Es la verdad…
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Hay tantos eventos que han pasado, y hoy casi meto las matas, la mente me liquidaba, no puse atención en las clases en la universidad, pero tampoco quise escuchar al ser que me gritaba y me tironeaba… y luego la meditación mística, aquel reencuentro lleno de calorcito, del amor real. Como sabrán el amor es lo real y lo indestructible… nada puede oponerse.
Es tan sencillo salir de la dualidad. Pasa por la radicalidad de las cosas, al menos en mi experiencia. ¿Qué quiero? Qué cosa no? Junto y vivo feliz.
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Le comentaba a una amiga del corazón que cuando estoy en mí me dan ganas de abrazar a todos, los amo a todos, y en ese instante, entonces, sé qué tengo que hacer, todo se presenta claro, transparente y tangible: hermoso.
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“…que tu bienestar, que tu sonrisa cueste muy cara y que tu enojo no valga nada…” Palabras sabias de un maestro encantador.
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no eres el cuerpo no eres la mente ...
5 comentarios:
Gracias por pasar por mi blog y por tu comentario =)
eres el ser
:)
un abrazo gigante
chanfle, quiza deba hacer caso mucho caso a tus líneas.
Lo lei en un momento preciso.
No hay mayor tortura que la que nos impone nuestro propio pensamiento...
Matilde, somos un todo, unidos en el universo... nuestra mente nos libera, creo yo.
Te abrazo
MentesSueltas
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