Frigorífico

Actualidad


Estuve mirando algunas películas, en donde se ponían al límite la mente y el cuerpo, pero no conscientes de ello, sino que siendo títeres manipulados por factores externos. Tengo que explicar esto?.
Me sentí adentro y fuera de las historias, me hice cómplice y huí, pero más que todo esto que les cuento, me di cuenta de que hace un par de días estoy atrapada en el cuerpo y no salgo de la rutina, no evoco prioridades o gustos, simplemente hago, tal cual una marioneta. Hoy cambio el switch.
Me han enseñado en la vida a actuar sobre las situaciones y no a ser víctima de la pasión o la tristeza, la ira, la fobia, la euforia, etcétera. Y cuesta, debo decirlo. Si no trabajamos en ello a diario, cuando te tocaron en el metro porque no cabía más gente, jamás te acordaste de respirar, diste el manotón sobre el otro que te empujó o te pasó a llevar una pierna, y dado el momento por el que estoy pasando quiero actuar, no pretendo echarme en la cama viendo como mi mente me atormenta por pasajes anteriores o presionándome por lo que debo hacer en el futuro. Me cansé.


Es luna llena, ando ansiosa, rara, extravagante, me compro ropa (lo que nunca hago, la verdad) como si fuera ritual y leo, leo y leo. Quizás eso me pone un poco mal, saber que hace tanto tiempo Juan Emar escribía en algunos cafés de Paris acontecimientos que me toman el pelo y me ponen de revés con su famoso "Umbral". Quién sabe, pero francamente hacerse lector es un riesgo, porque si te llegan las letras danzas con ellas, danzas tanto que si esa bailarina se matara seguramente irías tras su causa. No lo sé.
Hoy por hoy lo que me toca es hacer más y pensar menos, escribir en un papel en blanco con lápiz negro los cursos que quiero tomar, ya no dejaré que pase el tiempo y que siga sentada en mi recámara con un libro o leyendo desde el computador. Necesito accionar el botón de movimiento en mi cotideaneidad. Ahora - con todo el poder que significa- .

Volviendo a Emar, a veces me detengo entre medio de sus líneas y pienso qué pasaría si algo terminara con mi vida, y esto que digo no tiene que ver con el texto pero dadas sus reflexiones me marchito pensando. Vivir en la tierra a veces, duele. No estoy deprimida, un tanto decepcionada solamente. Cuando camino por las avenidas me doy cuenta que no hay espacios para nosotros, para concentrarse en uno mismo, todo te tira hacia afuera, la T.V, la radio, el computador, los letreros, el mall, supermercados y los celulares, sobre todo los últimos. Cómo es posible que ahora seamos adictos a la tecnología?. Que sí, claro que nos ayuda pero estamos hechos unos fríos, incluso cuando nos juntamos preferimos hablar por google talk con los "amigos" que no estan a través de 3G o wifi. Y todo lo que expreso, la verdad es que sí se aproxima a lo que leo de Juan E. pero que no lo dice de manera explícita, a pesar de que sí nos conecta con las verdades ocultas, que yo más bien llamaría las que no vemos, porque día a día estamos más lejos del corazón y más cerca de la mente, que nos bosqueja una imagen propia que nunca ha existido de nosotros mismos. En esto que les cuento solo veo personas yoistas, que no estan dispuestas a lidiar ni un segundo con lo verdadero del ser o el alma, solo velan por lo de afuera, cuando hay tanto por descubrir adentro, tanto.
Véanlo así. Si el yo deja de ser mío, entonces se asomará por su puerta la libertad y la verdad de lo que son. Nunca les ha interesado descubrir qué significa? Desapegarse, despojarse, desistir de tanta cosa externa?. 
Póngalo a prueba, no se identifiquen con nada ni nadie por un día, dejen la tele, dejen de estar pegados en el computador, desistan del celular, apaguen por último la config. inalámbica. Verán lo que se siente estar con ustedes por un día completo. Interesante, eso es lo que les puedo asegurar.

Demasiada información? Léanlo otra vez.


No se retraten nunca, no hay autobiografía válida, solo hechos que ocurrieron y que marcaron espacios en sus días. Nada más. 


Huecos y vacíos somos todos.


M.