tendencia

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A raíz de ver la película de "The Devil wears prada", famosísima no sólo por sus personajes (Meryl Streep, Anne Hathaway, Adrian Grenier) o por sus nominaciones, sino también destacada por sus fotografías y tendencias en moda, es que he querido indagar un poco más, sobretodo detenerme en este último tópico: La moda.
En mi vida la ropa jamás ha sido un tema, sirve para vestir y para lucir si es que hablamos de deporte, pero en el resto, en lo cotidiano nunca estuvo presente. Por eso me siento identificada más con el grupo de las pernas y mateas, que son prototipo de vestimentas rudimentarias pero con una capacidad cognitiva enorme, claramente porque le dan más importancia a cultivarse internamente, que con las super top models que siempre estan en los colegios o en las universidades, distinguen también por su tribu urbana "pelolais": pelo rubio, poco cerebro, mucho glamour, mucha "fama" y pocas palabras. Con esto, y he de parar mis letras, no quiero hacer ofensas, si se lo toman personal pues allá vosotras queridas mías, pero lo que hago tiene otra finalidad.

Bien, la primera vez que miré esta película me picó algo, me pregunté cómo sería mi vida con un poquito más de estilo, que es algo muy distinto a la moda en sí, pero que unidos son éxito. Y probé. ¿Que cómo me quedó? Pues eso es algo que se los dejaré de tarea reflexiva.
Igualmente la moda en mi vida se inicia desde pequeña, utilizando vestidos que al ojo de mi madre eran talentosos en cuanto a su puesta en escena. Luego creo que perdí un poco el rumbo de tal tendencia y usé pantalones, muchos y de distintos tipos, hoy en día creo sumarme a la causa común blue jeans , en fin.
Con toda esta introductoria quería llegar a mi sed intelectual, a mi necesidad de ver, de saber más de este aspecto, de adherir a mi diario vivir este instrumento. Es por eso que he estado investigando, he mirado miles de fotografías, incluso programas que se dedican a la formación de chicas con este anhelo como primer foco y resumiendo, me ha gustado bastante, de hecho
lo hago partícipe en mis días.

Me toca tener de cerca a mi opuesto en casa, creo que he aprendido bastante de esta niñita de doce años con aires de diva: mi hermana. Que tiene tanto estilo, aunque de pronto la moda la envuelve y ocupa lo que se ve diariamente, camisas rotas, pantalones con tajos y lentes oscuros, que eso es lo más importante (¿será?) según ella. Y aunque no lo crean, cuando he ido de compras me la llevo para que me de su opinión, tengo que comprarle algo a cambio - nada es gratis - pero me deja satisfecha.

Otros que son "estilosos" son los amigos gays, y hablo en exclusiva de esos hombres que se destacan en las avenidas por ser tan pulcros y elegantes, por pararse derechos al caminar, por tener desplante, por creer que el paseo las palmas es su pasarela.
Francamente tienen tanto estilo. Les prendo una velita.

En fin, vaya que he trazado oraciones respecto a esto.

Quiero terminar mis frases con algo que no tiene mucho que ver con lo que he descrito pero que me causa emoción al nombrarlo: El Amor.
Ya sé que en su mayoría, mis lectores asiduos dirán: rayos! no nos salvamos esta vez de las relamidas palabras que tiene Mati...grr.
Pero bueno, yo y el amor nos conjugamos de manera tal que no puedo dejarlo de lado.
Me surge nostalgia, me entristecen algunas cosas a ratos, me permito sentir.
Para los que han estado aqui desde siempre entenderán el porqué respectivo de este último poema, de esta ola de emociones que me provoca.

Poema 5

Todo lo ocupas tú,
todo lo ocupas.

Estoy.
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