Somos niebla bajo el cielo compacto,
eternos veraneantes,
frutos serenos.
Nos burlamos del sol, de la penumbra,
del entusiasmo,
de las vírgenes.

Somos una temporada provisoria,
manejamos nuestra historia como un lápiz.
Nos empecinamos en crear inventarios
para luego comprender lentamente,
que nos estamos resecando.

Somos asombro, celaje que enciende,
poderosos.
Somos puño, futuro dibujado.
Creemos que el aire pesado nos hará cenizas:
somos protagonistas de nuestras desgracias.

Somos acorde,
escote, miradas, suspiros, vergüenza.
Somos siembra,
somos follaje.

Somos voraces argumentos: pretextos.

Somos aprendices incandescentes,
espaciosos en nuestro propio sueño,
todopoderosos, enigmas.

Somos almas dispersas izadas en el aire,
amor templado y penas clandestinas.

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